martes, 18 de febrero de 2014

No limits with attitude

Hacía tiempo que no escribía. Y además hacía tiempo que no lo hacía en un lenguaje para el pueblo llano (soberano en época electoral, que diría el señor Wyoming), porque estos últimos meses he estado un tanto poético-filosófico.

Y gilipollas, también he estado un poco gilipollas.

Afortunadamente se me ha pasado (lo de poeta y filósofo, lo otro es irremediable a estas alturas de mi vida).

Hacía ya tiempo que quería "devolverle" la pelota al señor Víctor (ante su magnificiencia todos nos postramos) por aquella tempranera entrada en su blog (ahora campo yermo, pues está haciendo toso sus méritos por youtube, pertiendo la pana muy buenamente -abajo dejo links, aunque ya ves pa qué, si él solito triunfa como las magdalenas-). Decía, que en aquella tempranera entreada me nombró y tal y cual, y a mi estás cosas pues quieras que no me llegan al alma y me hacen llorar desconsoladamente de la emoción en un rincón -ATENCIÓN, POSIBLE SOBREACTUACIÓN-.

Y total, que así llevaba ya mucho tiempo. De vez en cuando abría blogger y decía aquello de "Hoy actualizo con la del Fürher", que pasa a ser un "Hoy actualizo", para acabar en un "Hoy Dota 2". Tenía el pasto de las ideas repastao y no había mucho brote del que tirar, menos para dedicar una entrada que fuera digna de mención más allá de hacer cualquier entrada random y acabar con un "ESTA PAL SHURPREMOH VÍCTOR, QUE ES ER REY DER MAMBO".

Y no, no seamos horteras, hostia.

(AQUÍ EMPIEZA LA ENTRADA COMO TAL, TO CURRÁ)

A estas alturas supongo que todo el mundo lo sabe, o lo intuye, y dudo mucho que a nadie le importe una mierda, menos a mí. El hecho es sencillo: durante mis últimos años haciendo judo noté (creo que con bastante razón) que no estaba (digamoslo políticamente correcto) bien integrado en el grupo.

No por algún compañero, ni en concreto ni en general, dudo muchísimo que fuera culpa suya, no. Era más bien que llegó un momento en el que el grueso del grupo se movía en un rollo y yo en otro. En aquel ambiente, según recuerdo, nunca conseguí tener esa sed de la que hablé ya hace aquí mismo que sí tenía y si empujaba al resto.

No quiero parecer ahora un pasota: a mi me gustaba (a mi me gusta) el judo (me entran unas ganas tremendas de volver a hacer, probablemente para el año que viene intente engancharme en algún club allá donde acabe -a saber dónde es eso-). Simplemente, en ese momento lo único que me llamaba era entrenar y aprender, nada más, no me venía esa sed de ir, y competir y ganar. Y a la larga eso, en un grupo dedicado 100% (y a mucho mérito y con mucho éxito) a competir y ganar, te va mermando.

Y de ahí que una vez conseguí el cinturón negro, decidiera hacer una pausa en este deporta (estúpida, porque no lo cambié por ningún otro, que es lo que debería haber hecho). Y así me tiré 3 años, embarrigonandome (más) y más tirao que toas las cosas.


Y creo que es básicamente por eso que la sed me ha venido de golpe este año. Creo que todo se ha magnificado hasta límites insospechados.

Entré en el club de básquet porque quería hacer algo. Quería hacer deporte. Sólo eso.

Pero lo que empezó como un simple "por hacer algo de deporte" ha ido yendo a más y más. Sólo somos el tercer equipo (el último), lleno de principiantes, ya que es el primer año que hay un tercer equipo en el club. Empezamos sin coordinación, sin técnica y sin nada. Perdimos una, dos, tres veces.

Por otro lado, en lo personal, pasaba algunos de los peores meses de mi vida.

Y de golpe se convirtió en una obsesión. En los entrenos dejaba de "hacer por hacer" para "hacer para ser mejor" "hacer para ganar" "hacer porque la obsesión puede más que la frustración"

Por primera vez en muchos años, un error me sacaba un "¡Joder!" que venía de dentro. Por primera vez al perder una pelota, en vez de resignarme, volvía corriendo como si me fuera la vida a intentar solucionarlo. Por primera vez en muchos años podía pensar "Quiero que ganemos". Por primera vez en muchos años, me sentía integrado en un equipo en el que todos buscábamos lo mismo y al mismo tiempo.

Por primera vez en muchos años, pude sentir, en lo que se refiere al deporte, eso de "No limits with attitude".

http://vgonolimitswithattitude.blogspot.co.uk/

http://www.youtube.com/channel/UC8g3sG6C9xzvPxn-9up-L_g

1 comentario:

  1. El baloncesto suscita el mismo sentimiento en mi. Realmente no es lo mas dificil del mundo picarme y conseguir que me ponga competitivo en algo, un videojuego, un juego de cartas, al ajedrez... pero lo del baloncesto era diferente.

    Quizás tenga que ver con la adrenalina.
    Quizás con que es un deporte de equipo.
    Quizás porque ademas de competir con otros, también competía con mis compañeros.

    Se me da mejor competir contra gente que conozco. No encuentro motivación en superarme a mi mismo o a desconocidos. O no mucha.

    El caso es que tiene muchos de los factores que hacen que me ponga como una moto: estrategia general y improvisación. Momentos cumbres y momentos de control. Momentos de planificación y momentos de inspiración. Sensación de libertad, porque, en el fondo, por mucho que aprendas, por mucha técnica, estrategia y tiros acertados durante tu vida, en ese momento estáis tu, la pelota y el aro, y no importa nada mas.

    Por desgracia, llevo dos años sin jugar. Por desgracia, nunca destaque ni acabé de explotar ni fui decisivo; estaba en un equipo de gente bastante mejor que yo, y por muchos huevos que le metiese, jugar de pivot midiendo 1'78 y pesando 60 kilos es difícil. Una utopía casi. Por una serie de circunstancias le fui quitando importancia por protegerme a mi mismo de la idea de no ser el mejor en algo, pero volveré, seguro que volveré, vuelvo un poco cada vez que leo escucho o veo a alguien lanzándose a muerte a por un balón perdido.

    Si no supiese que es el baloncesto y lo viera desde fuera, estoy seguro que pensaría: yo quiero jugar a eso.

    ResponderEliminar