jueves, 15 de enero de 2015

Madre, la guerra

Madre he visto aquellos hombres
vestidos de acero, sangre y miedo,
empuñando la muerte y el fuego.

Madre los he visto desconcertados
disparando a abuelos y niños.
que no tienen en su haber
ni granadas, fusiles o zapatos.

Madre he visto lágrimas correr
nubes de polvo y ceniza cubir el cielo,
y el odio de un Dios de la guerra
carcomer el futuro de nuestra tierra.

 Madre ya no puedo seguir más,
oigo las bombas estallar en mi cabeza
y los llantos de los tristes niños
quebrar mis noches de pesadilla.

Madre he salido entre los escombros
y allí había un soldado esperando.
Le he mirado a los ojos y no he visto nada
ha cargado arma y he cerrado los ojos.

Madre a ese hombre he preguntado
que hace tan lejos de casa
matando gente a la que no entiende
para salvar a un país que no quiere ser salvado
y defender a un Dios que le miente..

Madre a ese hombre le he preguntado
si de verdad cree que es mejor
que aquellos a los que dice combatir
y si de verdad cree que yo soy uno de ellos.

Madre ese hombre me ha mirado
y ha bajado el arma llorando.

Madre ha sido muy tarde,
he escuchado más disparos
y ambos nos hemos desplomado.

Madre no lo odies a él ni a los suyos
porque esta vez quienes mataban
no eran rubios ni extranjeros.

Madre estos mis asesinos
eran unos "de los nuestros".

Madre, la guerra...




martes, 9 de diciembre de 2014

No corráis tanto...

No soporto a la gente que no quiere saber.

No puedo con ella, no la soporto, lo siento. Esos repulsores del conocimiento cuyas mayores excusas van desde el:

"Si no va  a salir en el examen".

Al:

"Saberlo me deja mal cuerpo, ¿por qué me voy a dejar mal cuerpo con eso?"



Me hierve la sangre esos chupasangre del saber mundial, que se benefician de lo que el conocimiento les ha dado: tecnología, salud, cultura... pero escupen a la mano que les ofrece de conocimiento.

Evidentemente, nadie está obligado a saber de todo, pero menospreciar el conocimiento regalado bajo estúpidas evasivas mientras te memorizas los detalles del puto "Crepúsculo" o la alineación de hace 4 temporadas de la final de la Champions es, cuanto menos, un insulto a lo que el conocimiento ha hecho por ti. Y eso me enerva mucho.

Que no vaya a salir en el examen no significa que no sea bonito saber que la geosmina produce el olor característico a tierra mojada.

O que no sea interesante saber por qué tenemos ciclos de sueño y, por tanto, saber qué es un reloj circadiano.

O que no mola y mucho saber que el sentimiento de apego que generas por tu nueva pareja durante los primeros meses de relación se debe a la liberación de oxitocina después de cada tractá. Sí, el sexo es amor, muyayos.

O que no sea útil y curioso saber que nuestro cerebro está programado para rechazar las ideas nuevas y reforzar las antiguas, incluso (perdón, ESPECIALMENTE) cuando las nuevas ponen en duda nuestros conocimientos previos con argumentos sólidos. Lo que explica esa reacción visceral cuando alguien ataca creencias profundas como llas religiosas o las políticas.

O que no sea beneficioso para nosotros saber que 10 minutos paseando al Sol (paseando) (repito, paseando) es suficiente para que nuestra provitamina D se escinda en Vitamina D, y que todo el tiempo tumbados a la bartola en la playa en verano, horas incluso, sólo sirve para aumentar las posibilidades de tener problemas de piel (melanoma, te elijo a ti).

Igualmente, que te vaya a dejar mal cuerpo no va a hacer que las grandes multinacionales como Carrefour o Riceland dejen de controlar producciones enteras de arroz y otros granos para poder especular con los precios y mantener los agricultores de países pobres... bueno, pobres...

O que el tantalum, extraído del coltán, que lleva tu smartphone está manchado de sangre. Así que sí, puedes sobrevivir un poco más con tu iPhone 5S, no hace falta hacer cola para comprarte el iPhone 6 Slim Plus suputamadre si tu móvil antiguo todavía funciona.

No quiere decir que tengas que dejar de comer arroz o de usar tu móvil, pero quizás sirva para que, en vez de mirar a otro lado, cuides un poco lo que haces y cómo lo haces.

Quizás sirva para que valores cosas que antes no valorabas.


Quizás sirva, sia emplemente, para ver el mundo como es, para ver la causa, más allá del efecto.

Para ver la magia más allá del truco.

Me aburre mucho el argumento de "Si sabes cómo se hace el truco, se pierde toda la magia".

¿Qué mierda de argumentación es esa?

Lo verdaderamente mágico es saber el por qué y el cómo y, aún así, poder quedarte con la boca abierta.

Quizás la ignorancia sea la clave de la felicidad, no lo sé.

Pero quiero saber el por qué.

miércoles, 2 de julio de 2014

Llueve en la parada

Viví durmiendo en una noche sin sueños.
Había pillado de fiesta y borrachera a Morfeo,
y en vez de lamentar el no tener un anhelo imposible,
saqué una copa y canté y grité a pleno pulmón
que quiero una vida convulsa llena de desengaños
de besos furtivos y despertares moribundos.

Quise tener mil camas donde cerrar los ojos,
y dos mil donde volver a abrirlos cada mañana.
Que lo conocido a la larga se hace aburrido,
y es mejor guardarlo en el corazón para volver,
volver a casa bajo un Sol que funde sentimientos
en abrazos y sonrisas y unos "¡¿Pero tú que haces aquí?!"
que arrancan dos carcajadas y un redoble de tambores en el pecho que
dos días más tarde y subido a un avión rumbo aquí y allá
hace que se oprima el corazón y te muerdas el labio con rabia.

Que he amado tanto y a tanta gente que se me hace raro ver
como hay algunos que visten a la mona de seda (y mona se queda)
mientras el resto mira y remira intentando entender (y no).
Así que decidí vestiros a todos de pana y algodón,
que da calorcito y aguanta requetebién la lavadora,
y al final del viaje los haremos trapos pa las ventanas
que no se diga que no aprovechamos lo que la vida nos da.

Total, que viajaré a mil lugares de la mano de quien quiera compañarme
esté aquí o en la otra punta del mundo sentado en su sofá,
que las clases en esta asignatura no son presenciales
y las notas te las pone el puto compañero loco de al lao.

¿Nos vemos en la siguiente parada?

No traigáis paraguas, que no está techada,
y las previsiones dicen que nos vamos a mojar.






viernes, 11 de abril de 2014

Eppur mi muove


Me cansé de ser el mismo aire que un día te cansaste (y se cansarán) de respirar.

Me cansé de ser el que calla ante la falsa superioridad de mediocres medios tintas cuyo mayor orgullo es creer que pueden escupir en la cara de otro porque son mejores, y no se paran a pensar que quizás callamos precisamente porque somos mejores que ellos.

Me cansé de escuchar esos murmullos de desprecio. Esos "Nunca va a llegar a nada" que pesaban como losas en un camino empedrado que siempre se encargaban de reempedrar los mismos mediocres de siempre.

Me cansé de ser una sonrisa apaleada y esa cabeza siempre girada siguiendo aquello de "Ignóralos, pasa de ellos".

Me cansé de escuchar sermones éticos y morales de seres inmorales y despreciables a los que, pese a todo, nunca intenté juzgar, pero quienes siempre se permitieron el lujo de juzgarme bien juzgado y decirme exactamente qué hacía mal y qué hacía bien.

Me cansé de ser agradecido porque "Estos sirve para aprender", "Esto te hace más fuerte"


Ya he aprendido.

Ya soy más fuerte.

Ya me he cansado.

Ya sé de lo que eres capaz.

Ya sé lo que sabes.

Ahora quizá vaya siendo hora de que tú aprendas, de que tú seas más fuerte y de que tú te canses.

Ahora quizá vaya siendo hora de que sepas hasta qué punto yo sé.

Ahora, quizá... quizá sea hora de moverse.

martes, 18 de febrero de 2014

No limits with attitude

Hacía tiempo que no escribía. Y además hacía tiempo que no lo hacía en un lenguaje para el pueblo llano (soberano en época electoral, que diría el señor Wyoming), porque estos últimos meses he estado un tanto poético-filosófico.

Y gilipollas, también he estado un poco gilipollas.

Afortunadamente se me ha pasado (lo de poeta y filósofo, lo otro es irremediable a estas alturas de mi vida).

Hacía ya tiempo que quería "devolverle" la pelota al señor Víctor (ante su magnificiencia todos nos postramos) por aquella tempranera entrada en su blog (ahora campo yermo, pues está haciendo toso sus méritos por youtube, pertiendo la pana muy buenamente -abajo dejo links, aunque ya ves pa qué, si él solito triunfa como las magdalenas-). Decía, que en aquella tempranera entreada me nombró y tal y cual, y a mi estás cosas pues quieras que no me llegan al alma y me hacen llorar desconsoladamente de la emoción en un rincón -ATENCIÓN, POSIBLE SOBREACTUACIÓN-.

Y total, que así llevaba ya mucho tiempo. De vez en cuando abría blogger y decía aquello de "Hoy actualizo con la del Fürher", que pasa a ser un "Hoy actualizo", para acabar en un "Hoy Dota 2". Tenía el pasto de las ideas repastao y no había mucho brote del que tirar, menos para dedicar una entrada que fuera digna de mención más allá de hacer cualquier entrada random y acabar con un "ESTA PAL SHURPREMOH VÍCTOR, QUE ES ER REY DER MAMBO".

Y no, no seamos horteras, hostia.

(AQUÍ EMPIEZA LA ENTRADA COMO TAL, TO CURRÁ)

A estas alturas supongo que todo el mundo lo sabe, o lo intuye, y dudo mucho que a nadie le importe una mierda, menos a mí. El hecho es sencillo: durante mis últimos años haciendo judo noté (creo que con bastante razón) que no estaba (digamoslo políticamente correcto) bien integrado en el grupo.

No por algún compañero, ni en concreto ni en general, dudo muchísimo que fuera culpa suya, no. Era más bien que llegó un momento en el que el grueso del grupo se movía en un rollo y yo en otro. En aquel ambiente, según recuerdo, nunca conseguí tener esa sed de la que hablé ya hace aquí mismo que sí tenía y si empujaba al resto.

No quiero parecer ahora un pasota: a mi me gustaba (a mi me gusta) el judo (me entran unas ganas tremendas de volver a hacer, probablemente para el año que viene intente engancharme en algún club allá donde acabe -a saber dónde es eso-). Simplemente, en ese momento lo único que me llamaba era entrenar y aprender, nada más, no me venía esa sed de ir, y competir y ganar. Y a la larga eso, en un grupo dedicado 100% (y a mucho mérito y con mucho éxito) a competir y ganar, te va mermando.

Y de ahí que una vez conseguí el cinturón negro, decidiera hacer una pausa en este deporta (estúpida, porque no lo cambié por ningún otro, que es lo que debería haber hecho). Y así me tiré 3 años, embarrigonandome (más) y más tirao que toas las cosas.


Y creo que es básicamente por eso que la sed me ha venido de golpe este año. Creo que todo se ha magnificado hasta límites insospechados.

Entré en el club de básquet porque quería hacer algo. Quería hacer deporte. Sólo eso.

Pero lo que empezó como un simple "por hacer algo de deporte" ha ido yendo a más y más. Sólo somos el tercer equipo (el último), lleno de principiantes, ya que es el primer año que hay un tercer equipo en el club. Empezamos sin coordinación, sin técnica y sin nada. Perdimos una, dos, tres veces.

Por otro lado, en lo personal, pasaba algunos de los peores meses de mi vida.

Y de golpe se convirtió en una obsesión. En los entrenos dejaba de "hacer por hacer" para "hacer para ser mejor" "hacer para ganar" "hacer porque la obsesión puede más que la frustración"

Por primera vez en muchos años, un error me sacaba un "¡Joder!" que venía de dentro. Por primera vez al perder una pelota, en vez de resignarme, volvía corriendo como si me fuera la vida a intentar solucionarlo. Por primera vez en muchos años podía pensar "Quiero que ganemos". Por primera vez en muchos años, me sentía integrado en un equipo en el que todos buscábamos lo mismo y al mismo tiempo.

Por primera vez en muchos años, pude sentir, en lo que se refiere al deporte, eso de "No limits with attitude".

http://vgonolimitswithattitude.blogspot.co.uk/

http://www.youtube.com/channel/UC8g3sG6C9xzvPxn-9up-L_g

viernes, 3 de enero de 2014

Dulce introducción al caos

Bueno, al parecer los años han entrado en pique continuo, y a cada año que pasa le da por superar con creces el listón del anterior, en lo bueno y en lo malo. Lo de los contrastes, que es lo que digo cada año, pero llevado a más y más con el tiempo.

La verdad es que no tengo ganas de resumir este, ni tampoco de contarlo a fondo, que me tiraría aquí varios días. No, no creo que sea necesario enrollarse mucho esta vez, porque creo que todos sabéis ya lo que ha pasado y no hace falta hacer exaltación de lo bueno ni sangre de lo malo.

Sabéis que me he ido a Dundee y que han sido unos meses muy jodidos por varios aspectos, pero que al mismo tiempo me han hecho revalorar (para mejor y para peor), cosas que tenía ya olvidadas: las promesas, las palabras, los abrazos, las miradas, los besos y los amigos. Es increíble cuanto puede cambiar una persona en muy poco tiempo. Sé que quizá no sé me note externamente, pero sí he cambiado mucho. A veces me jode reconocerlo, a veces pienso que ha sido para mejor, a veces no. Yo que sé. En cualquier caso, si tuviera que volver a elegir, volvería a irme, volvería a joderme, volvería a llorar y volvería a cambiar.

Sabéis que antes de eso acabé tercero de carrera en la UAB. Probablemente el mejor año académico de mi vida. Los Catanes, las gilipolleces de madrugada, los partidos de furbo, las bibliotecas, los monopolys, las compras al Mercadona/Alcampo y demás cosas que suenan a poco, pero que con la mejor gente son tan grandes.

Sabéis que me quedé prácticamente sin un verano (ni pisé la playa) simplemente para descubrir si mi vocación era realomente mi vocación. Mes y medio solo en un piso en Barna que se hizo también jodido jodido, aunque claro, mucho más fácil de llevar con el señor Mogan y toda la tropa en el laboratorio. Sí, es mi vocación. Sí mamá: voy a ser científico, voy a ser pobre. Lo siento, tendremos que seguir intentando con el Euromillones.

Sabéis que de un día para otro me perdí y sigo perdido en cuanto qué voy a hacer y a donde voy a ir, pero que no es mi intención quedarme por aquí. Lo siento. Pero yo no olvido ni cambio a la gente, aunque pueda cambiar muchas cosas de mi forma de pensar, sé de donde soy y sé donde quiero volver a por abrazos.

Sabéis que aprendí un poco sobre inglés, un poco sobre básquet, un poco sobre el amor, un poco sobre sobrevivir, un poco sobre aprender a sacarme las castañas del fuego, un poco sobre cuando hay que llorar y cuando hay que olvidar y mucho sobre cuando hay que sonreír y querer.

Oye, también fui a Mundo Caníbal por primera vez. 3 años insistiendo y al final fui. Maldito Raulinho y Joshua, putas risas.

Y el día 31, volviendo por la noche de correr disfrazado de Papá Noel con Raul Pussydestroyer y Mein Fuhrer y su señor progenitor (que yo porque iba callado como una putilla para disimular, pero iba igual o más de jodido que él en la carrera, que corro como un pato mareao), decidí unas cuantas cosas. Unos cuantos propósitos, vaya, de esos que no se cumplen, pero oye, voy a prometerlos y a ver:

1.- Escribir una novela. Joder, tengo dos historias desde hace años en la cabeza. Es puta hora de escribirlas ya, que Cristine me ha picao.

2.- Acabar (empezar ya acabar, vaya) el proyecto Theta. With da faking master Akai Ryu.

3.- Aprender francés. Manque sea un poco. Porque sí, porque quiero.

4.- Encontrar un buen Máster, o algo. E irme. Lejos. With da wind.

5.- Lo típico. Lo del gimnasio. Para que en básquet no me saquen volando al mínimo empujón (ej que me he quedao raquítico).

6.- Perdonar. Querer. Olvidar y recordar. Quedarme con lo bueno y aprender de lo malo.  En resumen: vivir.


Bueno, al final siempre me acabo enrollando. El año fue el que es, y creo que no hace falta tanta pájara.

¿Qué fue para mí 2013?

Bueno, diría que fue una dulce introducción al caos.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Somos

No lo entiendes porque nunca quisiste entender
que se escondía bajo la máscara de marfil de mi cara.
Que no eras esos revolcones que creías darme
bajo la pintura reseca de cuatro paredes mal puestas.

Entre luces consumidas en la ciudad de las sombras,
caminando entre senderos que recorrí de tu mano,
me preguntaba cuantos habrán muerto por tu demencia
aullando tu nombre al vaho ausente de sus labios.

Viento gélido del que congela la piel y el alma
mientras resuena en mi cabeza el eco de las nubes blancas.
Sé que nos han quedo más de mil historias por contar,
pero mis lágrimas son porque me faltó bailar abrazado
y oír bajo las mantas un último "Ey, te quiero".

¿Alguna vez has visto el repicar de las campanas bajo la luz naranja de un sol de amaneceres?
¿Qué le cantas al mar, si sólo lo has oído en caracolas?
¿Qué sabrás tú de lo que soy?

Que no soy sangre roja del pueblo.
No soy sangre azul de reyes.
Soy sangre de oro líquido,
sangre sin sangre,
sangre de Dioses.