sábado, 25 de febrero de 2012

Festín de huesos

Hay veces que te tienes que morder la lengua y callarte. Algunas veces es porque hay veinte poli-kinkis (poli de polígono) rodeándote en un callejón oscuro a las 4:00 am. Otras porque no puedes contestarle a tu jefe/profesor/supervisor "¿Sería ud tan amable de irse a tomar por culo?". Otras veces por la pereza de "Paaaaaso de discutir" y tal. Y otras simplemente porque, si no te las callas, podrías provocar un conflicto internacional y EEUU te metería en el Eje del Mal y no estamos para historias.

Supongo que, como todo en esta vida, hay que saber medirse y saber cuando soltar cada cosa y en qué momento, y callarse el resto hasta que sea conveniente. 

Pero yo os prometo hermanos que, cuando me vaya de este país de forma definitiva(a ver si consigo mantener mi virginidad anal, porque la semana que viene, con tanta huelga y con el lío de Valencia, tengo la sensación que o bien piquetes o bien fuerzas del orden -te ordenan la cabeza a hostias- van a acabar por convertirme en un Chupa-Chups antes de poder entrar en la facultad. Esto no venía a cuento, pero yo lo comento.) para dominar el mundo, llamaré personalmente a algunas personas para hacerles entender amablemente el por qué de su ascenso en mi lista de orden de muerte. Y luego si queréis lo que quede de ellos os lo doy y os dais un festín de huesos.

Y luego colgaré una lista de todas las cosas en Facebook. Me encanta Facebook, es una excelente herramienta de manipulación social, cotilleo y dónde poner grandes verdades a la cara de la gente para que la mitad se ofenda y la otra mitad aplauda... hasta que les toca a ellos, y entonces es al revés.

La paz sea con vosotros.

PD: En realidad me caéis bien ¿eh? Me mola tener tantos conocidos y amigos, me amplía la lista de sacrificios posibles para aplacar mi aburrimiento los domingos por la tarde.

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